En la infografía de este mes que resume el informe sobre la situación de la economía global que publicamos de manera regular, explicamos por qué hemos revisado a la baja nuestras previsiones de crecimiento del PIB para 2018. En este sentido, si bien es cierto que el crecimiento sigue haciendo gala de solidez, existen varios factores que, en nuestra opinión, tendrán un efecto negativo sobre el crecimiento mundial tanto en 2018 como en 2019. Y, por esta razón, nuestras estimaciones han bajado ligeramente desde el 3.5% al 3.4% para 2018 y del 3.3% al 3.2% para 2019. Entre los principales elementos que ralentizarán el crecimiento global destacamos:
- – El aumento del petróleo fruto de los recortes de producción de la OPEP y a las tensiones entre EE.UU e Irán por el acuerdo nuclear.
- – Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
- – El aumento de la inflación a escala mundial derivado del incremento del precio del petróleo.
Estos factores tendrán repercusiones en las políticas monetarias de los países desarrollados que esperamos que se endurezcan. En el universo emergente, el panorama es un poco más dispar. Esperamos que el Banco Central de Brasil empiece a subir tipos y evite flexibilizar aún más su política. En India, esperamos un endurecimiento de su política monetaria debido a la dependencia que tiene su economía del petróleo. En cambio en China, el descenso de la inflación y las preocupación entorno a la liquidez creemos que harán que el gigante asiático vaya en la dirección opuesta: flexibilizará la ratio de reservas obligatorias, que establece el nivel mínimo de reservas con el que los bancos del país deben contar y que los bancos centrales utilizan para combatir la inflación y es posible que recorte tipos en 2019.
- En definitiva, por el momento esperamos otro año de expansión económica, pero con un escenario más estanflacionista, es decir, con menor crecimiento y un repunte de la inflación.
Si quieres, puedes descargarte la infografía en la web de Schroders.
